En Fajas Renova, entendemos que la recuperación posquirúrgica es un proceso delicado que requiere el mejor soporte. Elegir la faja correcta según tu procedimiento es clave para garantizar comodidad, apoyo y resultados óptimos. Este blog te guiará a través de las diferentes etapas del uso de fajas posquirúrgicas y cómo seleccionar la mejor opción dependiendo de tu cirugía.
1. Las tres etapas del uso de fajas posquirúrgicas
El proceso de recuperación quirúrgica suele dividirse en tres etapas, y cada una requiere una faja específica:
Primera etapa: Faja de compresión suave
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Indicada para los primeros días o semanas tras la cirugía.
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Diseñada para reducir la inflamación y proteger la zona intervenida.
Segunda etapa: Faja de compresión moderada
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Recomendada una vez que la inflamación inicial ha disminuido.
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Ofrece mayor compresión para moldear el cuerpo mientras sigue cuidando las áreas sensibles.
Tercera etapa: Faja de compresión alta
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Diseñada para definir y dar forma al cuerpo en la etapa final de la recuperación.
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Poseen una máxima compresión
2. Elegir la faja según tu procedimiento quirúrgico
Cada cirugía tiene necesidades específicas que deben considerarse al elegir tu faja posquirúrgica.
a) Liposucción o lipoescultura
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Faja recomendada: Fajas con gafetes frontales y compresión graduada para moldear el abdomen, cintura y espalda.
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Beneficio: Ayudan a reducir la inflamación, prevenir acumulación de líquidos y favorecer una silueta definida.
b) Abdominoplastia
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Faja recomendada: Fajas con cierre lateral, ideales para proteger las incisiones laterales y evitar presiones innecesarias en la zona.
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Beneficio: Proporcionan soporte adecuado mientras aseguran comodidad y cuidado de la cicatriz.
c) Cirugías de mamas (aumento o reducción)
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Faja recomendada: Fajas que incluyan soporte para el torso y una banda ajustable en la parte superior, brasier post operatorio de Renova.
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Beneficio: Ofrecen estabilidad al área del busto y ayudan a mantener una postura adecuada durante la recuperación.
3. Consejos para elegir y usar tu faja Renova
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Consulta a tu médico: Siempre sigue las recomendaciones de tu cirujano sobre el tipo de faja y tiempo de uso.
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Elige la talla adecuada: Usa nuestra tabla de tallas para asegurarte de que la faja tenga el ajuste perfecto.
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Lávala con frecuencia: Mantén tu faja limpia para garantizar su durabilidad y comodidad.
En Fajas Renova, entendemos que cada cuerpo y procedimiento son únicos. Por eso, nuestras fajas posquirúrgicas están diseñadas para adaptarse a tus necesidades específicas en cada etapa de tu recuperación.
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